Comienza el día
camina y mira al horizonte,
respira hondo,
comienza la jornada,
beso a lo lejos te miran,
los miras,
no hay más,
no hay amor,
no hay pasión,
no hay besos,
Sólo una taza de café,
un poco de cardamomo y agua caliente.
Sigue la jornada,
cierra los ojos,
Sonrisas de antaño,
recuerdos y corridas,
cerros cerros y más cerros,
recuerdos de felicidad plena,
recuerdos de sexo en la en la calle, en tribunales, barcos y plazas,
todo se revuelve,
todo se nubla.
Pero no hay más,
te quiero
y los sueños
y el deseo se murió
las flores no van conmigo,
van a su ritmo primaveral,
polen, tierra húmeda,
miradas tristes,
ella,
con sus ojos almendrados,
un par de pecas,
no está,
no quiere estar,
no quiere bailar esta danza,
esta danza especial.
me voy sin abrazos,
me voy sin la entrega de energía.
Somos desconocidos,
que ya nos conocemos,
pero que quieres seguir siendo desconocida,
es como llegar a la cima de un cerro y no mirar el horizonte,
no plantar tu bandera,
es una cima roma,
para mí simplemente… no es,
no hay nada,
no hay amor,
no hay cariño,
Hay recuerdos de años,
recuerdos de lo que fui y
sueños de ser lo que ya no soy.
Se aprende a vivir solo,
y muy cansado caminar,
disfrutar los mismos paisajes,
un poco de árboles menos que hace 30 años,
caminar tomar aire,
con un poco más de miedo,
pero no ese miedo de la adolescencia sino miedo al paso del tiempo,
Solo, sin ti.
Cerremos la jornada respirar hondo,
lejos…
y sentir como siente un adolescente,
sentir como lo hacen los más enamorados,
enamorado de la vida,
hablando solo al horizonte,
hablando solo a los vehículos que transitan y transitan de forma desesperada,
sólo en la soledad misma,
sólo como tú quieres que seamos… dos personas solas.
