miércoles, 30 de abril de 2014

Amor real

Me amo a mi mismo,
aunque amar esté penado por la ley.
Amo los días nublados,
mientras mis cercanos me condenen con el sol.

Un sacerdote me explicó que los objetos no tienen alma,
y que amar se traducía sólo a personas.
Hoy amo el cielo,
una nube amenazante,
las olas traicioneras,
la lluvia de Reñaca chocando con el vidrio,
algunos besos,
las bancas de la tercera comisaría de Antofagasta,
las calles de Quilpué con todos sus recovecos.

Jamás he obedecido a los clérigos,
y sigo amando tiempos y lugares,
la costanera de Puerto Montt,
los versos de América,
la cama de mesa de centro,
los risos,
Las calles de Calama,
El morro de Arica junto a a la necesidad de existencia,
mi privado mundo Chillanense,
mi soledad y a mismo.


sábado, 19 de abril de 2014

Desperté de un sueño

Desperté de un sueño,
Donde el aroma me volvía a enamorar,
Con incoherencias,
Y ciudades distintas,
Con una azucena y un clavel,
Con versos casi en silencio.

Los ojos entreabiertos para no despertar,
Para tenerte en mi dormir,
Para tomarte,
Para abrazarte con delicadeza,
Sentirte por fin.

Tendré que esperar que se termine la luz,
Que mi inconsciente reaccione
Y que aparezcas nuevamente por mis sueños.

viernes, 18 de abril de 2014

Aunque jamás lo leas

Sé que no te interesa leer poesía barata,
Historias que sólo me pueden interesar a mi,
Cuentos de antaño que se desgastan con la lluvia,
Historias entrecruzadas entre deseos, frustraciones y pocos logros.

Sé que mi historia es sólo una anécdota,
Que las caricias se reniegan por deseo,
Existo de a poco,
Tratando de ser lo que quieres que sea.
Sentí ser un ser repugnante,
Un mentiroso casi mal tipo,
Pero mi espejo diario me ha ayudado a mirarme a los ojos.

Sé que no te importa lo que exista fuera de tu mundo,
En esos conocidos espacios perdidos
En la inmadurez de la soledad.
En los libros sólo de novelas irrelevantes,
En las amistades sin profundidad real.

Siento un poco menos que ayer,
Me enamoro cada cinco segundos,
Y lamento que los tuyo pasaron hace 48 horas,
Se perdió en la incomunicación,
En los deseos de abrazar reprimidos
Y en las historias tristes que llegan día a día a mis oidos.

Te deseo un sol y la luna,
Sin gran retórica para no aburrite.
Una carretera e historia de lo que fuiste,
Escrita en sánscrito
Para recibir la bendición de los antiguos.