miércoles, 20 de agosto de 2014

Gritos

Soy un verso amordazado por la razón,
un grito desesperado en una pradera desolada,
soy lo que desde niño quise ser,
un entuerto entre mil cosas no logradas,
gritos y más gritos
realidades difusas
realidades en penumbra.

Paren de gritar,
de reír en mi momento de dolor,
en la suciedad del cemento
anhelando la limpieza de la tierra.

Frío y tercianas,
errores y horrores,
todo va mutando,
creciendo y destruyéndose,
gritemos en conjunto,
quizás así mi penumbra se transforma en sol,
gritemos con el mismo ritmo,
saltemos al precipicio y busquemos la libertad.




martes, 19 de agosto de 2014

Sobreviviente

Soy un sobreviviente del tiempo,
de la conducción excesiva,
de las amigas pequeñas,
de los corazones lejanos
y de la cercanía a kilómetros.

Soy un sobreviviente del mundo,
de cada movimiento de rotación,
del tagadá cerebral,
de los masajes unidirecccionales.
sobrevivo al tiempo y al espacio,
a la frustración constante,
a la adrenalina y la abstención.

Soy un sobreviviente de las urbes,
de Santiago, Concepción y Chillán,
de Serena, Temuco y Osorno,
de Arica, Antofagasta y Ancud,
Sobreviviente del calor y los insectos de Asunción,
de Tacna, Foz y Mendoza,
Sobreviviente especialmente de Rengo, Pichidegua y San Vicente.

Sobrevivo y respiro con profundo cuidado,
que las paredes escuchen cada paso dado,
con temor a los desmayos
y esperanza del tiempo que mira por la ventana,
y que susurra tan despacio que no la puedo escuchar.






lunes, 11 de agosto de 2014

Saludo

Saludo a la mundana gente que corre,
a esos de los lunes a las 9:30,
los que olvidan para quienes viven,
y se creen los dueños del estrés y la desesperanza.

Saludo a los cuerpos que reposan frente al alma,
los criticados,
esos a quienes las ideas fluyen junto con el excesivo ocio,
los que practican danzas matutinas de placer y descanso posterior,
los que realizan gritos interruptus mientras suenan los teclados en las oficinas.

Saludo a los que saludan de buena voluntad,
a los conscientes del prójimo,
a esos que no duermes sin saber del caído en desgracia,
a los que usan su inteligencia y sabiduría para el resto,
esos que tienen muchas veces alma de mártir,
aquellos personajes que usan el altruismo como estilo de vida.

Me saludo a mi mismo, 
al más puro estilo de Walt Whitman,
ni me celebro ni me canto,
me miro a los ojos frente a frente,
y despliego frases soeces al sobreviviente,
Vuelvo a gritar en silencio,
luego de haber descubierto que esos gritos también se escuchan.