Abriré un vino en tu honor
Un vino endiciochao de despedida,
donde las palabras se las llevan los hechos.
Estoy seguro de estar frente a este río,
El agua purifica igual que tu ausencia.
Soy un hombre de hoy,
Pero sigues siendo la mujer hermosa de ayer,
Las despedidas sin abrazos anunciados son tristes,
Lejos de mi mundo y lejos de tus pensamientos,
cierro una etapa de sueños,
y tiro al Paraná las promesas vacías de la despedida,
la maleta más liviana para llevar hierba mate y filigrana.
Esta despedida no es triste,
quizás con la melancolía de la nada,
es una despedida con cariño,
despedida con deseos de éxito y fortuna,
de tranquilidad y paz.
Me despido de tus ojos y tu nariz,
de tu mirada triste.
