binario

Hoy te escribo con teclas que aún no se gastan,
Con palabras entecortadas y un calor horrible.

A la distancia de un par de cuadras,
En la realidad que nadie entiende.
Quizás tu un poco,
Sin decir más que hola,
Que frases sueltas
O simplemente muy directas.

Frases sin respuestas
Más que evasibas,
Mala costumbre dicen algunos,
Indecisión dicen otros.

No presiono lo que no existe,
Sólo intento vivir la vida,
Quizás disfrutar verte,
O quizás el semi masoquísmo de no poder besarte.

Todo puede ser,
Pero por ahora lejos a un par de cuadras.

binario

Hoy te escribo con teclas que aún no sé gastan,
Con palabras entecortadas y un calor horrible.

A la distancia de un par de cuadras,
En la realidad que nadie entiende.
Quizás tu un poco,
Sin decir más hoy hola,
Que frases sueltas
O simplemente muy directas.

Frases sin respuestas
Más que evasibas,
Mala costumbre dicen algunos,
Indecisión dicen otros.

No presiono lo que no existe,
Sólo intento vivir la vida,
Quizás disfrutar verte,
O quizás el semi masoquísmo de no poder besarte.

Todo puede ser,
Pero por ahora lejos a un par de cuadras.

Silencio

Camino en tu silencio,
En versos mudos,
En llamadas sin contestar,
En la timidez de los 15,
En sentimientos extraños.

La espera me agota,
La falta de palabras,
Versos y besos,
Todo unido.

Cada vez más lejos,
Sin existir,
Aparentemente sin sentir,
Creyendo quizás en resucitar algo muerto,
O con los ojos creándos intentando la sordera absoluta.

Escribo acá y no en tu mundo,
Hoy comenzó el límite,
No pasamos espacios,
No soñamos y guardamos las cosquillas.
Hoy volvemos a empezar.

SIN UN NOMBRE DEFINIDO

Ha cambiado en día,
vuelvo a conocer mi sonrisa,
mi cansancio acostumbrado,
quizás un poco más reglón,
más cercano y alegre como casi siempre.

No sé como decir todo lo guardado,
eso lo aprendí,
pero en el camino lo olvidé.

Es que todo cambia y todo se termina,
o como dice Drexler, todo se transforma.
o muta... da vueltas... se vuelan,
pero sin duda, dejan de ser como eran,
jamás vuelven a ser lo mismo.

A veces quiero cerrar la historia a la antigua,
pero con una sola mirada no puedo,
así de simple.

Quiero saber si es real.
por hoy me conformaría con un abrazo.

NUEVA VIDA

Nada más mamón que escribir mientras el mundo tiene vida,
cuando los sueños duran un día.

Escribo de dos líneas,
no hay más tiempo.

se debe dormir lo suficiente,
se debe creer en lo imposible.

Silvio dice que de lo posible se sabe demaciado,
pero lo imposible es más certero y directo.

Tus miradas no me dicen lo que hay,
cómo poder confiar en miradas si ellas me mienten.

O soy un estúpido
o recibe el mundo señales inexactas.

Es más que un gusto de día viernes,
o que un cariño en la nariz.

No puedo volver a creer en lo que juré no vivir,
salir del rutinario día y abrir los ojos en el lugar supuestamente equivocado.

Vuelvo a ser un quinceañero sin tino,
sólo me falta pegar empujones.

Remplazo todas estas señales por horas de teclado
por mensajes inexactos, por razón desmedida.

No hay más que mi sencillez y mi discurso retórico,
mis bromas diciendo la verdad de mi realidad.

Hoy escribo saludando al mundo real,
ese que nuevamente me disfraza todo de plomo.

Esta noche el cielo me interpreta junto a sus gotas,
junto a mis párpados cansados y a un mensaje final.

Más confundido que núnca,
con mil señales que no entiendo
con una tercera línea semi triste
y una cuarta a la espera de renacer.

Es justo y una coma final
no todo debe ser como creen que esta escrito.

En una simple línea podemos escribir los dos.

UN NUEVO COMIENZO

Hoy escribo en la lejanía de tiempo y espacio,
lejano del exterior y el interior,
recordando tu mirada,
nada más que esos ojos que me enloquecen
y aquella nariz que no puedo dejar de apretar.

He olvidado hasta escribir,
todo rápido y casi sin sentir,
Había olvidado aquellas cosquillas,
el coqueteo quizás sin efecto,
los versos sólo por no decirlos en vivo,
las canciones mamonas.

El mundo da mil vueltas, y cuando creo que no siento apareces,
justo en el momento en que creí que era inmune a la vida,
cuando ninguna mirada me movía de mi inmutable vida.

Pacifico como siempre,
quieto y mirando,
tratando de que tu presencia no exista,
intentando no tocarte,
haciendo que los roces dejen de provocar sensación de angustia,
creyéndome la historia de que el trabajo me bloquea los sentimientos más puros.

Un imposible en la adversidad,
compromisos férreos justo cuando yo olvidé las cadenas,
palabras casi al viendo,
letras que se escriben en una pizarra,
pero que en la soledad de la sala se pierden junto a los deseos de abrazar.

Volvemos al punto cero,
es siempre lo mismo,
no es más mi menos,
la justa medida para tener por que escribir.