jueves, 8 de diciembre de 2011

El sabor del pisco sour me acaricia el paladar,
solitario veo que todo el mundo disfruta,
pasean, cantan, bailan, comparten,
todos viven y viven y y0 me escondo y me hundo.

Hace meses la inspiración se vertió en el trabajo,
en los deseos de hacer todo más que perfecto,
cercano a lo excelente... pero el destino es más inteligente,
me carcome cada vez que lo olvido,
me señala el camino,
y si me excluyo se sus planes,
me abofetea como nadie lo ha hecho.

No quiero esto!!


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