miércoles, 15 de octubre de 2014

Creer

Hoy me enamoré de un conejo,
más ingenuo que yo mismo,
un tanto loco y desquiciado,
entre los perros nuevos
y las abejas con celulares.
Entre los locos altruistas del siglo XXI
y los que aun creemos en la política.

Saltaba según yo de felicidad,
pero luego descubrí que era su medio de transporte,
y que su felicidad se traducía
en encontrar una madriguera ,
guardarse y evitar el daño.



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