a esos de los lunes a las 9:30,
los que olvidan para quienes viven,
y se creen los dueños del estrés y la desesperanza.
Saludo a los cuerpos que reposan frente al alma,
los criticados,
esos a quienes las ideas fluyen junto con el excesivo ocio,
los que practican danzas matutinas de placer y descanso posterior,
los que realizan gritos interruptus mientras suenan los teclados en las oficinas.
Saludo a los que saludan de buena voluntad,
a los conscientes del prójimo,
a esos que no duermes sin saber del caído en desgracia,
a los que usan su inteligencia y sabiduría para el resto,
esos que tienen muchas veces alma de mártir,
aquellos personajes que usan el altruismo como estilo de vida.
Me saludo a mi mismo,
al más puro estilo de Walt Whitman,
ni me celebro ni me canto,
me miro a los ojos frente a frente,
y despliego frases soeces al sobreviviente,
Vuelvo a gritar en silencio,
luego de haber descubierto que esos gritos también se escuchan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario